LA IMPORTANCIA DE LOS CUENTOS EN LA INFANCIA
- Los cuentos infantiles satisfacen y enriquecen la vida interna de los niños
Esto es debido a que los cuentos se desarrollan en el mismo plano en el que se encuentra el niño, en cuanto a aspectos psicológicos y emocionales se refiere. Los cuentos hablan de fuertes impulsos internos de una manera que el pequeño puede comprenderlos inconscientemente y, además, ofrecen ejemplos de soluciones, temporales o permanentes, a sus conflictos.
Este tipo de historia enriquece la vida del niño porque estimula su imaginación; lo ayuda a desarrollar su intelecto y a clarificar sus emociones; tiene en cuenta sus preocupaciones y aspiraciones; lo ayuda a reconocer sus conflictos y le sugiere soluciones a los problemas que le inquietan.
- Los cuentos aportan a la imaginación del niño nuevas dimensiones a las que le sería imposible llegar por sí solo
El niño necesita que le demos la oportunidad de comprenderse a sí mismo en este mundo complejo al que tiene que aprender a enfrentarse. Para poder hacer esto, como educadores tenemos que ayudar al pequeño a que extraiga un sentido coherente al caos de sus sentimientos. Necesita ideas sobre cómo poner orden en su casa interior y, sobre esta base, establecer un orden en su vida en general.
- Los cuentos infantiles generalmente proporcionan seguridad al niño porque le dan esperanzas respecto al futuro por cuanto mantienen la promesa de un final feliz.
Según Bettelheim, estos cuentos pueden ofrecer soluciones a los conflictos del niño, ya que sus contradicciones internas son representadas y expresadas mediante los personajes y las acciones de la historia. Esta representación permite que al niño se le hagan comprensibles muchos de sus sentimientos, reacciones y actuaciones que todavía no entiende ni domina y que pueden llegar a angustiarle.
- Los cuentos posibilitan que el niño exprese sus deseos a través de un personaje; obtenga una satisfacción a través de otro; se identifique con un tercero; tenga una relación ideal con un cuarto; y así sucesivamente.
El niño podrá empezar a aceptar y comprender sus ideas y sentimientos contradictorios cuando, por ejemplo, todos sus pensamientos llenos de buenos deseos se expresen a través de un hada buena; sus impulsos negativos a través de una bruja maléfica; sus miedos a través de un lobo; las exigencias de su consciencia a través de un sabio; sus celos a través de unas hermanastras crueles; etc.
Al identificarse con los diferentes personajes de los cuentos, los niños empiezan a experimentar por ellos mismos sentimientos de justicia, fidelidad, amor, valentía, etc.
- Los cuentos favorecen las relaciones interpersonales
Esto sucede cuando "contamos" y no cuando "leemos" un cuento. Es preferible que contemos cuentos a los niños en vez de leérselos porque, al contarlo, nosotros podemos intervenir como narradores en la historia y él como oyente. Contar un cuento es un acontecimiento interpersonal en el que el adulto y el niño pueden participar por igual, por lo que fortalece el vínculo adulto-niño.
Recomiendo a todos lectores los libros de Arthur Rowshan y de Sara Cone Bryant, en los que se explica la mejor manera de narrar cuentos y de inventarlos.
- Los cuentos transmiten mensajes educativos
A los niños les fascina escuchar una y otra vez un relato que les gusta. Los cuentos contienen mensajes educativos y valores morales importantes y ayudan a los niños a superar las dificultades con las que se encuentran a lo largo del crecimiento. De ahí que, a veces, el niño insista en la repetición del mismo cuento, porque necesita acabar de captar el mensaje que ese cuento le transmite y la solución que ofrece a su propia problemática.
- Los cuentos proporcionan confianza
Algunos de los cuentos modernos tienen desenlaces tristes que, después de los hechos aterradores que se han presentado a lo largo de la historia, no proporcionan el alivio necesario al niño ni le dan la fuerza suficiente para enfrentarse con sus desventuras. Si no hay este final alentador, el pequeño, después de escuchar el relato, sentirá que no existe ninguna esperanza para solucionar sus problemas; un final feliz es imprescindible en todo cuento.
En los cuentos tradicionales, este equilibrio entre las fuerzas del bien y del mal, que acaba siempre por inclinarse a favor del primero, hace surgir en el niño la esperanza de que los episodios más o menos desafortunados o desgraciados de su vida irán disminuyendo de intensidad y acabarán por desaparecer; que hallará una suerte más propicia y que, finalmente, encontrará aquella persona o cosa que lo mantendrá al abrigo de cualquier peligro. Algunos finales de cuento representan la forma más perfecta de existencia deseada por el niño: estar unido a la pareja ideal y gobernar su propia vida (casarse con el príncipe o princesa y convertirse en rey o reina).
Por esta razón son tan importantes los cuentos tradicionales que tienen un desenlace feliz, como: Blancanieves, La Bella Durmiente, Caperucita Roja, Los Tres Cerditos, etc. Es precisamente su final feliz lo que hace de estos cuentos una narración muy adecuada para ser contada por la noche. El final feliz ayudará al niño a dormirse apaciblemente ya que parece prometerle que el sueño que está próximo, al igual que el cuento, acabará bien.
- Los cuentos están llenos de símbolos significativos
Los cuentos tienen un poder extraordinario debido precisamente a que los mensajes o principios que se desprenden están encubiertos. No debemos explicar el significado de los símbolos a los niños. Ellos se benefician de las enseñanzas del cuento de forma inconsciente y si intentamos reducir la riqueza de los símbolos a explicaciones conscientes, lo único que conseguiremos es que el relato no sea eficaz.
Son el instrumento ideal para aprender a superar algunas barreras lingüísticas y mentales tienen efectos positivos ya que los niños se identifican con héroes de las narraciones y se apropian entusiasmados de las ideas y soluciones propuestas para la superación de sus propios problemas.
A los niños les apasionan los cuentos en los que aparecen personajes que expresan sus preferencias e intereses así como sus miedos. Alrededor de los tres años los niños entran en un mundo intermedio poblado de seres fantásticos personajes de cuentos y animales que hablan. También es la etapa de disfrazarse y jugar a representar diferentes papeles: la madre, el hijo, el médico, el paciente…
Normalmente no son capaces de expresar sus miedos de una forma directa y por eso recurren a figuras simbólicas como animales salvajes, fantasmas, bandidos, monstruos o vampiros. Los cuentos siempre ofrecen una gran fascinación en los niños porque los personajes de los relatos proporcionan la posibilidad de afrontar sus propios temores y de comprenderlos.
Es cierto que no solemos tomar en serio las historias fantásticas que cuentan los niños y sin embargo sólo serán capaces de elaborar sus temores, si le prestamos atención y nos implicamos en sus fantasías. Tenemos que tener en cuenta que los cuentos demuestran a los niños que también, otras personas conocen su mundo de sueños y personajes y que no están solos frente a sus problemas. Los niños aprenden muchas cosas a través de las experiencias que ellos han vivido y se sienten amenazados ya que más tarde reproducirán esa misma escena.
Los cuentos no sólo van dirigidos a niños muy miedosos sino que están orientados a todos los niños en general se tratan diferentes temores, porque tener miedo no es sólo normal sino que también es necesario para vivir. Las personas deben de tener miedo porque de este modo viven más tiempo. Es importante tener miedo; miedo al fuego, al tráfico, a los extraños, a las situaciones nuevas, a los precipicios…
Es natural tener miedo a ser independiente, a aceptar responsabilidades, a estar furioso o triste … La aventura de crecer es divertida y emocionante pero complicada en algunos momentos, por ello los cuentos deben de ser una referencia positiva para los pequeños.
Respecto al crecimiento personal es un proceso donde éstos tienen gran importancia, este crecimiento personal comienza desde la infancia, podemos decir que Piaget fue de los investigadores sobre el desarrollo de la mente de los niños. Crecer es cambiar, nos atraen ciertas cosas y nos asustan otras sobre todo cuando te enfrentas a lo desconocido.
- Los cuentos tanto en su narración como en su ilustración pretenden ayudarnos en el crecimiento personal estos tienen un nivel de manifiesto y un contenido profundo.
En un nivel de manifiesto nos encontramos que los cuentos entretienen o están encaminados a esta función, pasando un rato agradable leyéndolos u oyendo a otra persona contarlos. Los cuentos entretienen porque ofrecen a la fantasía la posibilidad de desarrollarse ya que el cuento encierra en sí muchas vivencias de la humanidad.
El contenido profundo: Nos damos cuenta que los cuentos encierran en si verdades fundamentales y conflictos humanos básicos.
Recogen en forma de narración aspectos esenciales de nuestra vida. Andersen es un autor que ha sido capaz de reunir en forma de relatos las tendencias más habituales de la persona, sus interrogantes y frustraciones, en sus cuentos aparece la esencia del hombre y temas tan básicos de la persona como son la envidia, el miedo al cambio, la necesidad de tener el sustento asegurado… Podríamos decir que los cuentos son obras de arte y que por ello tienen un significado profundo.